En un mundo superior puede ser de otra manera, pero aquí …vivir es cambiar , y buscar la perfección es haber cambiado muchas veces.
Vivir hoy en un mundo tan diferente, distinto, lleno de vicios, violencia, adicciones, discriminación, de cosas que no mejoran la existencia de las sociedades sino que la perjudican, no es nada fácil.
Hay tantas personas heridas , que sufren a causa de la falta de amor, de contención, que a veces buscan solución a sus conflictos y no la encuentran…entonces, prefieren pasarlas por alto, olvidarlas, arruinándose la vida con la droga, el alcohol y otros vicios.
Seres que actúan con violencia, con ira, atacando a aquellas personas que día a día trabajan para sobrevivir o mantener sus familias…
Es tan triste el solo hecho de pensar y no poder hacer nada desde acá. ¡Lo que daría por ver una sociedad llena de amor, de valores y respeto!
En cambio, observo a tantos jóvenes enfermos, heridos por tanta maldad, y eso es algo muy fuerte. No poder verlos disfrutar, reír, gozar de la felicidad de las pequeñas y maravillosas cosas que nos regaló Dios, en síntesis, de la VIDA.
La falta de diálogo, de comprensión, de contención, de cariño, por parte de sus padres a causa del materialismo, de la comodidad. Niños abandonados, tirados a la basura como nada.
Tantas familias destruidas, perdidas, sin saber qué hacer, a dónde ir.
Estoy orgullosa de lo que soy, de lo que pienso, y sobre todo de mi familia. Me pone contenta saber que todavía quedan jóvenes que comparten mis pensamientos ante la triste realidad que hoy nos toca vivir. Y siento que unimos fuerzas para nadar en contra de la corriente del mundo actual. Sigamos fuertes y firmes ante cada tormenta, ante cada obstáculo que se presente en nuestro camino. No echemos a perder lo que aún no cayó, lo que sigue vivo con ganas de vivir, de seguir adelante… No desistamos, que hay mucho por conocer, por disfrutar, teniendo en cuenta que un tropezón no es caída, y si caemos, una mano nos ayudará.
Disfrutemos de la vida, desde muy pequeños la soñábamos y esperábamos.
La VIDa es una sola, no derrochemos lágrimas y tiempo en quien no merece nuestras perlas…
Vivir hoy en un mundo tan diferente, distinto, lleno de vicios, violencia, adicciones, discriminación, de cosas que no mejoran la existencia de las sociedades sino que la perjudican, no es nada fácil.
Hay tantas personas heridas , que sufren a causa de la falta de amor, de contención, que a veces buscan solución a sus conflictos y no la encuentran…entonces, prefieren pasarlas por alto, olvidarlas, arruinándose la vida con la droga, el alcohol y otros vicios.
Seres que actúan con violencia, con ira, atacando a aquellas personas que día a día trabajan para sobrevivir o mantener sus familias…
Es tan triste el solo hecho de pensar y no poder hacer nada desde acá. ¡Lo que daría por ver una sociedad llena de amor, de valores y respeto!
En cambio, observo a tantos jóvenes enfermos, heridos por tanta maldad, y eso es algo muy fuerte. No poder verlos disfrutar, reír, gozar de la felicidad de las pequeñas y maravillosas cosas que nos regaló Dios, en síntesis, de la VIDA.
La falta de diálogo, de comprensión, de contención, de cariño, por parte de sus padres a causa del materialismo, de la comodidad. Niños abandonados, tirados a la basura como nada.
Tantas familias destruidas, perdidas, sin saber qué hacer, a dónde ir.
Estoy orgullosa de lo que soy, de lo que pienso, y sobre todo de mi familia. Me pone contenta saber que todavía quedan jóvenes que comparten mis pensamientos ante la triste realidad que hoy nos toca vivir. Y siento que unimos fuerzas para nadar en contra de la corriente del mundo actual. Sigamos fuertes y firmes ante cada tormenta, ante cada obstáculo que se presente en nuestro camino. No echemos a perder lo que aún no cayó, lo que sigue vivo con ganas de vivir, de seguir adelante… No desistamos, que hay mucho por conocer, por disfrutar, teniendo en cuenta que un tropezón no es caída, y si caemos, una mano nos ayudará.
Disfrutemos de la vida, desde muy pequeños la soñábamos y esperábamos.
La VIDa es una sola, no derrochemos lágrimas y tiempo en quien no merece nuestras perlas…
Colaboración de Ana Sol Ojeda ( 5º Año Cs. Sociales)
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